El cambio climático no es una amenaza, es una realidad, y la música no puede hacer como si nada. Creemos que la cultura debe tirar del carro, no subirse a él. Por eso proponemos conciertos que encajan en la necesidad de hacer mucho más con mucho menos. Conciertos con menos residuos, menos ruido y menos gasto energético. Y en cambio con más intimidad, consciencia y carácter. Nuestro eslogan “¡Otra música es posible!” ya no es un deseo. Es una necesidad.
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