Mabel y cómo empezó todo

¿Os acordáis cuando no había internet? Y buceábamos como locos en las tiendas de discos y en las habitaciones de nuestros amigos buscando algo nuevo para escuchar.

Yo si. Y me acuerdo muy bien que cuando compraba un vinilo, la emoción me duraba meses, el tiempo que sabía que iba a pasar hasta que pudiese comprarme otro.

Nunca olvidaré cuando sonó por primera vez en mi viejo tocadiscos Otis Redding y su “Sittin’ on the dock of the bay” o “Stand by me” de Ben E. King

Pero lo que nunca, nunca olvidaré fue la primera vez que escuché “Hey” de los Pixies. Nunca había escuchado nada parecido. Estuve tan obsesionada con esta banda, con esta canción, que incluso grabé una cinta entera solo con este tema, así cada vez que quería escucharla la tenía a mano. Todavía conservo esa cinta. Es una de esas canciones que no puedes escuchar solo una vez.

El disco “Doolittle “cambió mi vida. Durante mucho tiempo cuando me preguntaban que quería ser de mayor, yo respondía: Kim Deal.

Luego llegaron Pavement, pero eso ya es otra historia.