The Song #2 Birds Are Indie

En el verano de 1998 hice un viaje a Polonia desde Portugal, en autobús, que duró dos semanas entre la ida y la vuelta. Seis meses antes había conocido a una chica llamada Joana que se convirtió en mi novia (y más tarde, compañera de banda) hasta hoy.

Hace unos años, una de las formas de demostrar que te importaba alguien era grabar un mixtape (¡una cinta de casete real!) con las canciones que más te gustaban, con la esperanza de que a la otra persona le gustaran tanto como a ti. Y de esta manera, encajar, a través de la música y a través de un objeto que podía tener en sus manos.

Pues eso fue exactamente lo que Joana hizo para mí un par de días antes de ese viaje. Nunca habíamos estado tanto tiempo separados (y nunca lo hemos estado desde entonces) pero podíamos sentir de antemano el dolor de estar separados tanto tiempo, ese dolor empeoraría cada día que pasaba. No olvidéis que en ese momento no existían los teléfonos móviles… La forma de hacer frente a ese sentimiento de pérdida era coger mi Walkman y escuchar una y otra vez más a esa mixtape que Joana había hecho para mi, durante los interminables recorridos por las carreteras de España, Francia, Alemania, Austria y la República Checa.

Al final de mi adolescencia, mi gusto musical estaba más orientado al rock, Sonic Youth, The Cramps, Joy Division, The Pixies… Sin embargo, Joana estaba más en el pop, sus bandas favoritas eran Blur, REM y The Cardigans. Por alguna razón, la mayor parte de la cinta incluía bandas más indie slowcore como Spain, American Music Club, Dakota Suite, Low y Red House Painters. Tal vez estaba tratando de juntar canciones que reflejaran su anhelo anticipado (y el mío) …

Me encantaron todas las bandas de la cinta y esos 90 minutos me llevaron a nuevos lugares musicales, pero una canción que realmente se quedó grabada fue Katy Song, de Red House Painters. Es una canción que Mark Kozelek escribió sobre perder a la persona a la que amas. Y así, durante quince días, justo antes de un instrumental de tipo mantra de cuatro minutos de duración, cantaría de manera bastante apropiada: “Sin ti, ¿qué significa mi vida? …”.

Jerónimo Ricardo, Birds are Indie